Sainte Marie

Historia de Sainte Marie en breve

Nosy Boraha, «la isla de Ibrahim» o «la isla de Abraham» debe su nombre a la lejana llegada de un comerciante musulmán o judío. A principios del siglo XVI, los portugueses, que la descubrieron el día de la Asunción, la bautizaron la isla Santa María. El nombre fue más tarde Sainte Marie bajo colonia francesa.

Hacia fines del siglo XVII, piratas de todas las nacionalidades que deambulaban por el Océano Índico lo convirtieron en su cuartel general. La isla conserva el recuerdo de los tumultuosos amores de la bella reina Betia (o Bety) y el cabo Filet, conocido como Bigorne, agente de la Compañía de Indias. Bety, hija del rey Ratsimilaho, recibió Sainte Marie como regalo después de casarse con Filet en 1750. Filet cedió oficialmente la isla a Francia en 1750, el primer paso hacia la colonización de Madagascar.

En el siglo XIX, Nosy Boraha sirvió de base para las ofensivas franco-británicas contra Toamasina (Tamatave) y Mahavelona.

Posteriormente, la isla fue administrada por la Reunión en 1876, por Antsiranana (Diégo-Suarez) en 1888 y pasó a los franceses en 1896, año de la colonización de Madagascar.

¿Qué ver y hacer en Sainte Marie?

Ambodifotatra, el pequeño puerto ubicado a la entrada de una bahía en la costa suroeste, es la capital de la isla. En la salida sur del pueblo se encuentra la iglesia católica más antigua de Madagascar (1859), Notre Dame de l’Assomption. Fue construido por iniciativa de Talmond, el primer obispo de la Isla Grande, que descansa dentro de sus muros. Su altar de hierro fundido es un regalo de la emperatriz Eugenia. El Viejo Fuerte de Sainte-Marie domina la ciudad desde lo alto de su colina.

Cerca de la capital, seguimos un camino que se abre en el extremo sur de una presa que recorre la costa sureste de la bahía, entre calas y palmeras. Practicable con marea baja, llegamos al cementerio pirata.
En el extremo sureste de la isla, en una playa protegida por el arrecife de coral, se abre una gran cueva al pie del acantilado. Desde Ankarena, es posible llegar a Nosy Fasika («la isla de arena») en piragua, un lugar fantástico para bucear.

En el extremo sur de Sainte Marie, separado por un estrecho de aproximadamente 20 metros encontramos Nosy Nato, conocido como Île aux Nattes por el nombre de un árbol muy duro buscado por los carpinteros en el extremo sur de Nosy Boraha. Desde el pequeño pueblo de Aniribe, donde atracan los barqueros, un camino asciende entre la vegetación hasta un antiguo faro (hoy casa de huéspedes conocida como Casa Blanca). El panorama abarca toda la isla y la costa de Madagascar. Después de cruzar el gran palmeral que cubre el lado este, desembocamos en playas de arena bordeadas por árboles de casuarina. Recomendamos un recorrido por la isla (3 km) siguiendo la costa para regresar a Aniribe.

En la costa noreste de Sainte Marie, encontramos la espléndida playa de Ambodiatafana. Durante la marea alta, los pescadores se reúnen alrededor de esta «piscina natural», pero el baño está prohibido por motivos religiosos.

Para el baño recomendamos las playas que se suceden desde Mangalimaso hasta Ambatoroa en la costa oeste y, desde Sahasilotra hasta Ankoalamare en la costa este.

Naturaleza, playas y actividades en el mar son sinónimos de Sainte Marie. Sin embargo, la atracción número uno de la isla sigue siendo la observación de ballenas jorobadas entre finales de junio y principios de septiembre.